¿Existe o existirá una criptomoneda de los BRICS? Ten mucho cuidado, porque toda cripto relacionada con los BRICS existente en la actualidad es una potencial estafa. La reciente cumbre de los BRICS de 2023 ha reavivado el debate sobre la creación de una moneda unificada de los BRICS pero, por ahora, NO EXISTE NINGUNA CRIPTOMONEDA O TOKEN relacionada con los BRICS de forma oficial. Por lo que no tiene mucho sentido preguntarse dónde comprar y vender la criptomoneda de los BRICS: no existe (aún).
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Criptomoneda de los BRICS: ¿Qué es y por qué podría existir?
La fuerza colectiva de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se ha visto a menudo a través de una lente económica, con sus ambiciones compartidas apuntando hacia una menor dependencia de las monedas mundiales dominantes, principalmente el dólar estadounidense.
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Se lleva hablando de una cripto para los países BRICS desde hace años. El pensamiento de una criptomoneda de los BRICS, es decir una moneda unificada, se centra en una narrativa más amplia de autonomía global unida a la interdependencia económica entre las naciones participantes. Por supuesto, si finalmente se decidiera adoptar una moneda única de los BRICS, el proceso de implementación no sería nada sencillo ni rápido. Por un lado, requeriría un alto nivel de cooperación y confianza entre las naciones del BRICS.
Ninguna nación del BRICS, con sus aspiraciones políticas y económicas inherentes, podría dominar o dirigir las decisiones relativas a una nueva moneda digital del BRICS.
Y luego están los inmensos retos técnicos y logísticos que hay que abordar. Otro reto es el tiempo que tardaría una nueva moneda en ganar aceptación entre la población de los BRICS y credibilidad dentro de la economía global.
BRICS: la solución de la criptomoneda
Curiosamente, ya existe una solución para la mayoría de estos retos, en forma de criptomoneda, que ya goza de una aceptación y credibilidad mundial generalizadas y en rápido crecimiento, y no tiene vínculos históricos con ninguna de las monedas fiduciarias de las naciones miembros de los BRICS, abordando así cualquier percepción de sesgo. Además, la criptomoneda ofrece otras ventajas convincentes como moneda única y unificada de los BRICS.
El atractivo del cripto como opción de moneda única para el consorcio BRICS va mucho más allá de su novedosa naturaleza digital. En su esencia, el cripto ya ofrece descentralización, una característica que aborda más que adecuadamente el enigma de cómo lograr la diplomacia económica a través de una moneda única. Ninguna nación del BRICS, con sus aspiraciones políticas y económicas inherentes, podría dominar o dirigir las decisiones relativas a una moneda digital del BRICS de nueva implantación.
En su lugar, los participantes tendrían la misma voz en un sistema que no se vería afectado por las políticas nacionales individuales ni por posibles luchas de poder, y que se mantendría así con el paso del tiempo. La naturaleza inherente de las criptomonedas garantiza la igualdad de condiciones, un paradigma en el que la cooperación económica no se ve eclipsada por intenciones hegemónicas.
Además, el valor globalmente reconocido de las criptomonedas contribuiría a simplificar las relaciones comerciales y económicas entre los países BRICS. Dado que los BRICS constituyen cinco economías muy diversas, el escollo más probable para el éxito de una moneda compartida sería cómo calcular mejor los tipos de cambio y los costes de conversión. Las criptomonedas ofrecen una solución simple y elegante a estos problemas, presentando una oportunidad no sólo para una transición relativamente fluida, sino también para transacciones continuas sin fisuras entre los países.
Confianza y transparencia
La confianza y la transparencia son otras dos razones por las que los países BRICS no deberían pasar por alto las criptomonedas como posible solución a sus ambiciones de moneda única. Todas las transacciones realizadas con criptomonedas y todos los cambios en el valor global de la moneda se registran en libros de contabilidad inmutables. Sencillamente, nadie tiene la posibilidad de «maquillar las cuentas» cuando la moneda compartida es el cripto. Cuando se combina esta transparencia con la fuerza de la seguridad que sustenta a las criptomonedas, el resultado sería un sistema fiscal significativamente menos susceptible al fraude, la falsificación y cualquiera de las otras actividades malévolas que afectan a las monedas tradicionales en la mayoría de los países.
Como si todos estos beneficios no fueran razón suficiente para que los miembros del BRICS consideren seriamente el cripto para su moneda compartida, hay otro que es quizás aún más convincente que todos los demás, a saber, el potencial de una moneda compartida basada en el cripto para abordar finalmente el desafío permanente de la inclusión financiera con el que todos los países del BRICS todavía luchan. Muchos de estos países tienen grandes segmentos de población que aún no tienen acceso a los beneficios de los sistemas bancarios tradicionales.
Los bancos centrales de las naciones BRICS podrían participar en el diseño e implementación de regulaciones y controles apropiados trabajando junto a empresas de criptointercambio de confianza.
Las criptomonedas, con sus monederos digitales y capacidades transaccionales entre pares, ofrecen una solución viable para que estas personas y comunidades formen parte de las narrativas económicas más amplias de sus respectivos países, sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura bancaria adicional.
Desafíos
Por supuesto, el camino hacia una moneda única de los BRICS basada en criptomonedas no estaría exento de desafíos. La mayoría de las criptomonedas han mostrado históricamente una notable volatilidad de precios, lo que podría hacer temer que introdujeran inestabilidad económica en las naciones BRICS. Y aunque la naturaleza descentralizada de las criptomonedas es una ventaja, también significa que los bancos centrales tendrían que renunciar a parte, o a todo, el control que suelen tener sobre la política monetaria.
Por último, convencer a la población y a los gobiernos de estos diversos países para que adopten una moneda digital puede ser un reto importante, sobre todo dadas sus diferencias culturales, económicas y políticas.
Aunque estos retos son reales y no deben subestimarse, no son insuperables. Una moneda digital bien estructurada, diseñada teniendo en cuenta las necesidades específicas de los países BRICS, podría resolver muchos de estos problemas. Por ejemplo, la moneda digital podría estructurarse de forma que fuera estable y menos volátil que las actualmente disponibles en el mercado abierto. Los bancos centrales de los países BRICS podrían participar en el diseño y la aplicación de reglamentos y controles adecuados, en colaboración con empresas de criptointercambio de confianza como Binance, que es la mayor criptointercambio por volumen de operaciones. Y una campaña de relaciones públicas, concienciación y educación bien pensada contribuiría en gran medida a asegurar la aceptación cultural y política necesaria.
En última instancia, las ventajas potenciales de las criptomonedas como moneda única de los BRICS superan con creces cualquier reto o desventaja percibidos. Con un diseño meditado y una aplicación cuidadosa, esta moneda digital única podría convertirse fácilmente en una realidad, aportando importantes beneficios a las naciones miembros de los BRICS y a sus poblaciones.